Etiquetas

jueves, 15 de octubre de 2015

TRATA DE MUJERES..., UNA PUTA PARA TODOS...¡¡¡


                                                                                                Y vosotros quién decís que soy yo...?


         Cuánto "vale" una puta...?

        No es lo mismo que cuanto cuesta, de eso seguro saben bien los consumidores de este tipo de servicios, que por descontado, son hombres. Evidentemente el oficio más antiguo del mundo se sostiene porque hay demanda y es un negocio. Sin PROXENETAS no hay prostíbulos.
       No voy a hablar de la prostituta que elige libremente el oficio porque ve una forma "fácil", "cómoda", divertida o profesional de ganar dinero; que gestiona su "cuerpo" como una fuente de generar riqueza (...);   esa, con todos mis respetos, no me interesa o,  no es interesante  para tratar este tema.
      Hoy se han celebrado en Madrid unas Jornadas Internacionales sobre la Prostitución y la TRATA DE MUJERES. Como buena escuchante de la radio que soy, principalmente de la Cadena Ser, esta mañana me he "empapado" de algunos testimonios que me han "desgarrado la piel";  en mi imaginación he llegado a sentir, aunque sin comparación, el dolor, el sufrimiento, la humillación, la sumisión, la impotencia de las  que son víctimas muchas mujeres, principalmente jóvenes, y en muchos casos, niñas.
       Por tanto voy a hablar de las miles, millones de mujeres de todo el mundo que son "arrancadas" literalmente de su familia y de su entorno; en  la mayoría de los casos de su precaria e inhumana vida;  mujeres vulnerables, susceptibles de caer en las mafias que mueven todo el entramado de la trata;  unas veces raptadas, otras compradas y otras engañadas. Repartidas, principalmente, en países ricos por toda toda la geografía, en muchas ocasiones ignorando, incluso, donde están y no conociendo el idioma, son obligadas a ejercer la prostitución.

    ¿Cuánto "vale" la dignidad de una mujer...?, pues depende del país en el que vivas, si son indias no vale nada, sin son esclavas sexuales, aún, vale menos.
.
      ¿Y por qué existe y, además, aumenta?, pues porque hay mercado, porque hay muchos "señores" que demandan estos servicios, que les importa un "carajo" a quien se "follan" y como; satisfacen sus instintos básicos más primitivos y dan riendas sueltas a su imaginación, que evidentemente no esta en un campo lleno de margaritas.
        Si al "putero" cincuentón o sesentón, barrigón, nauseabundo, de mal aliento, peludo, se le "empina" con una chica de 15 años y tiene dinero para pagarla siempre hay un Proxeneta dispuesto a ofrecérsela por un módico o desorbitante precio, que va en función del local, del lugar y de la cotización que pueda tener la fémina. Vamos, que todo el entramado es vomitivo. Pero mientras que exista la viagra y una buena cartera estás chicas seguirán estando en peligro. Pero lo peor de todo es que la sociedad lo permite y lo admite sin ningún tipo de reproche, quizás,   deberíamos plantearnos que los "señores clientes" son "lobos con piel de cordero".
        No significa que los usuarios de estos servicios correspondan todos a la descripción que acabo de hacer, para nada¡¡¡, también los hay guapos, delgados, con abdominales de "tableta de chocolate", metrosexuales, apuestos, jóvenes, blancos, negros, "café con leche", amarillos, conservadores, liberales, profesionales, políticos, ladrones, ricos, pobres, ..., hay putas para todos y de todos los precios,"en este gran estanque hay peces de infinidad de colores". He hecho referencia a ello para dar constancia de la diferencia de edad, de lo que una adolescente debe sentir cuando un "tipejo" así se acerca a ella.
       Los burdeles, sobre todo en los de "cinco estrellas", se hacen grandes negocios o se celebran grandes acontecimientos;  en chalets o mansiones también. Son muchas las mujeres que se desplazan a las casas de los clientes para amenizar fiestas, veladas o simplemente para que "echen un buen rato".
       El testimonio de una mujer argentina que fue víctima de estas mafias me ha llegado al alma. En su relato cuenta que con solo 17 años fue captada; en su "bautizo" profesional fue violada vaginal, anal y bucalmente por 25 hombres. La degradación fue tal que su condición humana era menos que la de un animal. Desde ese momento nunca supo a cuantos clientes tenia que satisfacer cada día y,  hasta que, con suerte, pudo salir de ahí, pasaron varios años;  otras muchas mueren en el intento.
      Fuera de las horas de trabajo viven hacinadas, sin recursos, sin libertad, sin derechos, sin papeles, amenazadas, golpeadas, trasladadas continuamente, vejadas, violadas, deshumanizadas, y lo que es peor,   SIN IDENTIDAD;  nadie sabe quienes son, a veces, ni ellas mismas.
         Son solo putas..., las putas de todos...
        Curiosamente hoy me ha venido a la memoria el caso de una chica tailandesa de 17 años que conocí en Portugal hace unos años, concretamente en Sines. Era la amante de un ingeniero americano sesentón, obeso (la barriga le llegaba a las rodillas), blanco como la "leche", que no era paradigma de ninguna atracción ni fuente de deseo. Ella era una "muñeca"  preciosa,  de piel oscura, no negra, de facciones europeas, delicada, amable y frágil. Él le pagaba sus estudios y la había sacado de la miseria en la que estaba inmersa  junto con su familia;  pasaban juntos algunos periodos vacacionales, durante los cuales vivían como pareja y, evidentemente, ella lo satisfacía sexualmente. Él me daba asco, y eso que por aquel entonces yo ya pasaba de largo de los cuarenta;  me repugnaba, supongo que a ella también, pero lo tenia asumido como lo menos malo;  así solo se la "follaba un asqueroso hombre",  sin él tendría muchos asquerosos para devorar un solo pastel.
          Tal vez se lo merezcan..., para qué están...?
          Creo que las mujeres y los hombres no consumidores de estos servicios deberíamos ver a los "otros" como instigadores de que hechos tan aberrantes se produzcan. La sociedad no debe permanecer impasible. La prostitución es un negocio porque siempre hay un prostituyente que paga por ello, lo peor de todo es que son muchos; y no voy a llamarlos clientes, porque clientes somos los que vamos a comprar al supermercado. Los que compran los servicios de una mujer son prostituyentes.  Los que las inducen y se lucran con y de ellas son Proxenetas y, los que las raptan o las captan son MAFIOSOS.
      La esclavitud sexual es el peor de los maltratos.
      Y tu, no tienes opinión...?


  Las ves...?, las has visto alguna vez?, estuviste con alguna de ellas...?, y si fuera tu hija...?


             A lo mejor ahora ninguno va de putas.....


       O a ninguno le gustan las niñas...


Quizás sea que a ellas les gusta....


   Ahora ellas son, solo, "mercancia", esclavas sexuales.







No hay comentarios:

Publicar un comentario